Yoshio Reyes Sanchez

Mi historia en Foundever

Aunque llevo apenas tres meses en Foundever, puedo decir con sinceridad que ha sido una experiencia transformadora. Desde el primer día, me encontré con un ambiente cálido, profesional y lleno de personas dispuestas a ayudar. No es fácil comenzar en un nuevo lugar, pero aquí sentí que no estaba solo. Cada jornada ha sido una oportunidad para aprender, para crecer y para descubrir lo que significa formar parte de una empresa que realmente se preocupa por su gente.

¿Cómo ha facilitado Foundever tu crecimiento?
Foundever ha sido clave en mi proceso de adaptación y desarrollo. Desde las primeras capacitaciones, me di cuenta de que aquí no solo se enseña a hacer el trabajo, sino que se cultivan habilidades que te acompañan en la vida. Aprendí a manejar herramientas digitales, a comunicarme con claridad y empatía, y a resolver problemas con una actitud positiva. Además, el acompañamiento constante por parte de supervisores y compañeros ha sido fundamental. Me han dado espacio para equivocarme, para preguntar, para mejorar. Y eso, para alguien que está empezando, vale muchísimo.

¿Cuál fue tu momento más feliz?
Uno de los momentos que más me alegró fue cuando recibí mi primera retroalimentación positiva de un cliente. Fue una llamada sencilla, pero al final me agradeció por haberlo escuchado con paciencia y por resolver su problema. Ese reconocimiento me hizo sentir que mi trabajo tiene un propósito. También me han alegrado mucho los momentos compartidos con mis compañeros: las risas en los descansos, los pequeños logros celebrados en equipo, y el ambiente de camaradería que se respira. Son esos detalles los que hacen que venir a trabajar se sienta bien.

¿Quién ha sido la persona más influyente para ti aquí?
Durante mi proceso de formación, tuve la suerte de contar con un formador que no solo me enseñó lo técnico, sino que me transmitió confianza. Su forma de explicar, su paciencia y su disposición para responder cada duda marcaron una gran diferencia. También he conocido compañeros que, sin dudarlo, me han ofrecido su ayuda cuando me he sentido perdido. Esa actitud colaborativa me ha inspirado a ser igual de generoso con los demás. En poco tiempo, he aprendido que aquí todos somos parte de un mismo equipo, y eso se siente.

¿Cómo describirías tu #FoundeverLife?
Mi #FoundeverLife está en sus primeros capítulos, pero ya tiene una base sólida. Es una vida de aprendizaje constante, de retos que me impulsan a superarme y de relaciones humanas que enriquecen mi día a día. Aquí no solo se trabaja, se construye. Se construye confianza, comunidad, y un sentido de pertenencia que no se encuentra en cualquier lugar. Estoy emocionado por lo que viene y agradecido por lo que ya estoy viviendo.

¿Cómo podemos, como empresa, generar impacto?
Creo que el impacto comienza desde adentro. Cuando una empresa se enfoca en cuidar a sus colaboradores, en escucharlos y en brindarles oportunidades reales de crecimiento, ese bienestar se refleja en el servicio que damos. Foundever ya tiene una cultura fuerte, pero siempre podemos seguir mejorando: más espacios para compartir ideas, más reconocimiento a los pequeños logros, y más iniciativas que nos conecten como personas. El impacto no siempre está en lo grande, a veces está en lo cotidiano.

¿Cuáles son los pequeños momentos que más aprecias?
Aprecio profundamente los gestos simples: un “¿cómo estás?” sincero, una sonrisa al cruzarnos en los pasillos, un mensaje de ánimo cuando algo no sale como esperábamos. También valoro los momentos de aprendizaje informal, esas charlas con compañeros donde compartimos experiencias y consejos. Son esos instantes los que construyen una cultura de respeto, de apoyo y de cercanía. Y son los que me hacen sentir que estoy en el lugar correcto.